La tecnología al servicio de la venta emocional

Los espacios inmersivos ayudan a conseguir los objetivos. Ya sean campañas de marketing, fortalecimiento de marca o conversión de ventas. Las tecnologías inmersivas están al servicio absoluto de las empresas. Sólo hay que conocerlos. Y, obviamente, contar con un buen consultor para la asesoría previa.

¿Imaginas cerrar una venta directa porque el cliente final se está sintiendo dentro de su piso? Aquí no hay trampa ni cartón. Se crea un espacio inmersivo que haga que el usuario se sienta transportado a la emoción que facilite su conversión. Ya no hay que imaginarse cómo se vería, por ejemplo, un decimoséptimo con vistas al mar. Ahora es posible. Y sin gafas, ni cascos. Sólo con un espacio inmersivo bien construido. 

La posibilidad de que, con proyecciones, se genere un espacio donde el cliente se sienta en un entorno controlado por la empresa es muy útil. Se puede arrastrar al comprador a una situación en la que se encuentre tan cómodo con la marca que la compra no sólo sea emocional, sino que sea la opción lógica. Su subconsciente se sentirá absolutamente unido. El engagement es mayor que con otras tecnologías inmersivas. 

¿Por qué? 

Es sencillo. En estos espacios se utilizan tecnologías no invasivas. Aquí no hay que ponerse cascos ni utilizar unos mandos que, aunque nos dan una magnífica sensación de inmersión, nos dejan las manos limitadas. Los headsets necesarios para otras experiencias aquí desaparecen. Son los sentidos mismos del cliente final los que provocan la inmersión. 

Una visión de entre 270º y 260º, totalmente diseñada para conseguir el objetivo. Además, se le pueden añadir olores y humedad. La sensación de estar donde queramos que esté es absoluta. Con ese escenario, evidentemente, no sólo se pueden usar estos espacios para la venta. 

¿Qué pasa si quiero hacer una reunión de motivación y mentoring? Es perfecto. El teambuilding es fundamental para el buen desarrollo de un equipo y sus objetivos. ¿Por qué no plantear, por ejemplo, un ejercicio donde todo el equipo se encuentre en unas cuevas y tenga que explorar para salir de ellas? Es posible. Y si al espacio inmersivo se le añade las condiciones físicas (humedad, temperatura…) la sensación será, seguro, indescriptible. 

¿Se puede tocar? 

Se debe. Hay tantos espacios inversivos como empresas. Las pantallas multitáctiles y espacios inmersivos nos permiten comunicar a nuestros clientes toda la información que consideramos de utilidad y que nos gustaría que conociesen para hacer aún más atractiva la venta. 

Así, hay que entender que un espacio inmersivo es un canal de comunicación corporativo para reproducir videos, campañas, ofertas, jornadas, promociones verticales… Cualquier acción que requiera que el usuario final se sienta transportado. 

Es por eso que, desde Aumentaty, trabajamos con los departamentos de marketing de agencias y clientes para asesorar directamente sobre qué instalar y el posible uso de la tecnología.